Características de las empresas del sector primario agroalimentario

 La empresa en el sector primario es, desde el punto de vista económico, estructuralmente similar a otras empresas productivas. Su ciclo se compone de tres etapas: producción, distribución y venta; y su objetivo principal es obtener una rentabilidad a partir de generar ingresos superiores a sus costos. Sin embargo, tiene también características diferenciales que justifican un tratamiento específico.


Producción de seres vivos: A diferencia de otras actividades los productos de la actividad agropecuaria son seres vivos, ya sea plantas o animales. Tratar con seres vivos imprime al ciclo productivo algunas características especiales; en particular, el hecho de que debe aceptar el ciclo de desarrollo de esos seres, con poco margen para su modificación: una vaca tiene un período de gestación de nueve meses que no puede ser modificado; el trigo tarda seis meses en crecer, y no hay posibilidad de acelerar significativamente su desarrollo. Si bien es cierto que determinados procesos se pueden modificar por la mano del hombre (mejora genética de los rodeos o las plantas, variedades más resistentes a las enfermedades, técnicas de engorde de ganado que hacen ganar peso en menos tiempo, cultivos o rodeos secuenciales), la naturaleza coloca límites que difícilmente puedan modificarse de manera radical.

Estacionalidad: Las plantas y animales que son objeto de la actividad agropecuaria tienen un ciclo de vida al que la actividad debe adaptarse. Eso provoca que la producción no se realice de manera homogénea a lo largo del año, sino que haya un período de cultivo/cría, y un período de cosecha. La estacionalidad influye todas las etapas de la actividad agropecuaria, desde la producción hasta la venta, y aún fuera de la misma imprime características especiales a los temas vinculados (por ejemplo, el financiamiento). En el caso de cultivos “industrializados” esta dependencia se elimina; sin embargo, cuanto menos sofisticado sea el manejo de la actividad, mayor será la influencia de la estacionalidad.

Dependencia de variables no controlables por el productor: La actividad agrícola está sujeta a numerosas variables, no todas las cuales pueden ser controladas por el productor. Así, el clima, la disponibilidad de agua, las pestes y enfermedades, los desastres naturales, entre otras, son variables que tienen incidencia directa en la viabilidad y rentabilidad de la actividad agropecuaria, pero cuyo control por parte del productor puede ser costoso, aleatorio o difícil. Nuevamente, la tecnología y el manejo más sofisticado de los campos permite reducir esta dependencia. Sin embargo, ni la reducción es completa (la falta de agua se puede sustituir con riego artificial, pero sólo si hay acuíferos adecuados), ni es posible en todas las variables (un proceso erosivo avanzado es difícil de detener) ni es siempre económicamente conveniente (se podría aplicar calefacción a hectáreas completas en una zona con heladas, pero podría no resultar rentable en actividades extensivas).

La rentabilidad es una condición necesaria para la supervivencia del productor agropecuario; sin embargo, no es el único objetivo. En realidad, a medida que se consideran a los productores ubicados en los márgenes del mercado (los pequeños agricultores, los ganaderos trashumantes, etc.) y en especial si introducimos la variable étnica, otros objetivos comienzan a tener más peso. La rentabilidad puede quedar como un objetivo de segundo nivel, inclusive no definido de manera consciente. Estos productores actúan de manera racional, pero no necesariamente porque se plantean hacerlo, sino porque la experiencia los lleva a cursos de acción eficientes.

Dependencia de la localización: En muchas actividades la localización es una variable importante, pero en la actividad agropecuaria es crítica: el tipo de bien a producir depende del lugar donde se encuentre el establecimiento. No puede cultivarse trigo en el bosque lluvioso, ni criarse ganado vacuno en la alta montaña.

Valen aquí similares reflexiones a las hechas respecto a las variables no controlables por el productor: la restricción de las condiciones locales apropiadas puede flexibilizarse, pero nunca eliminarse por completo.

Perecibilidad: Muchos de los insumos y de los productos de esta actividad tienen una vida útil relativamente corta. Esto significa que los aspectos de conservación y extensión de esa vida útil (cadena de frío, conservantes químicos almacenamiento adecuado, cuidado de los animales y de sus productos una vez obtenidos, etc.) y, alternativamente, de transporte y distribución al mercado son críticos. También aquí el impacto de esta característica puede minimizarse, pero no sin costos.

Impacto ambiental: La aplicación de agroquímicos, las técnicas de laboreo, el manejo de residuos, el riego, el cambio de cultivos, provocan impactos que se reflejan en erosión de los suelos, contaminación del agua superficial y freática por los insumos agrícolas, cambios en las características físicas y químicas del suelo e impactos sobre la fauna y la vegetación .